Ya sea una Colnago Super, Bianchi Specialissima o Peugeot PX-10, las bicicletas de carretera vintage están viviendo un gran regreso. Coleccionistas, entusiastas y ciclistas cotidianos redescubren la fascinación por las clásicas bicicletas de acero. ¿Por qué vale la pena comprar una bicicleta de carretera vintage? Aquí te damos cinco razones de peso.


1. Artesanía atemporal – Calidad que perdura

Las bicicletas de carretera vintage de las décadas de 1960, 1970, 1980 y 1990 representan una verdadera obra de artesanía. Marcas como Colnago, Bianchi, De Rosa, Peugeot, Gitane, Cinelli, Masi, Eddy Merckx, Alan y Guerciotti fabricaban cuadros con acero de alta calidad Columbus o Reynolds.

Los elegantes cuadros de acero con racores, con soldaduras precisas, punteras cromadas y detalles delicados, son hoy en día difíciles de encontrar. Una Colnago Super restaurada con grupo Campagnolo Super Record o una Peugeot PY10 con tubos Reynolds 531 cuentan una historia — y se siguen rodando como el primer día.


2. Sensaciones de conducción incomparables – El acero está vivo

Quien haya montado una bicicleta clásica de acero sabe que nada se conduce tan suave como un buen cuadro de acero. La sensación “viva”, la comodidad en largas distancias y la respuesta directa hacen que bicicletas como la Bianchi Specialissima, De Rosa Primato o Eddy Merckx Corsa Extra sean únicas.

Gracias a componentes de Campagnolo, Simplex, Huret, Mavic o Cinelli, estas bicicletas siguen funcionando de forma fiable décadas después. Si quieres comprar una bicicleta de carretera vintage, eliges calidad, durabilidad y pura elegancia sobre dos ruedas.


3. Perfecta para Eroica y marchas vintage – Piezas originales requeridas

Eventos como L’Eroica en Italia, Retro Ronde en Bélgica o Eroica Hispania atraen cada año a miles de aficionados del ciclismo clásico. Para participar, se necesita una bicicleta fabricada antes de 1987 y equipada con componentes auténticos: manetas de cambio en el cuadro, pedales con calapiés y correas, frenos de llanta clásicos y cables de freno expuestos por encima del manillar.

Una bicicleta de carretera vintage completamente restaurada — como una Guerciotti Record, Alan Super Record o Masi Gran Criterium — te abre las puertas a estos eventos. Con Campagnolo Nuovo Record, un sillín Brooks y llantas Ambrosio o Nisi, rodarás con estilo y conforme al reglamento.


4. Sostenibilidad e individualidad – Más que solo retro

Montar una bicicleta de carretera vintage es preservar recursos y mantener viva la historia. Los cuadros de acero de marcas como Cinelli Supercorsa, Legnano Roma, Bottecchia Giro d’Italia o Benotto 3000 son prácticamente indestructibles. Con una restauración profesional, se devuelve la vida a una obra maestra antigua.

Además, posees una pieza única que nadie más tiene. Donde las bicicletas modernas de carbono parecen intercambiables, las bicicletas vintage brillan por su encanto y carácter únicos. Tu Peugeot PX-10 restaurada o tu Colnago Mexico son una declaración de estilo, un icono y un patrimonio ciclista listo para rodar.


5. Revalorización y pieza de colección – Clásicos con potencial

Muchas bicicletas de carretera vintage están aumentando su valor — especialmente modelos de Colnago, De Rosa, Eddy Merckx, Bianchi y Cinelli. Una Colnago Master original en rojo Saronni o una De Rosa Professional cromada pueden alcanzar varios miles de euros hoy en día.

Comprar una bicicleta de carretera de acero restaurada es invertir no solo en placer de conducción, sino también en una pieza de colección con potencial de revalorización. Importante: cuentan la originalidad y la calidad de la restauración. Por eso, en nuestra tienda solo encontrarás clásicos restaurados con esmero.